martes, 16 de diciembre de 2014

Constitución y gestión de conflictos en un equipo de trabajo

Un grupo se define por la constitución de dos o más personas que, aunque interactúen libremente, debe mantener unas normas compartidas, una identidad y unos objetivos comunes. Según Robbins, un grupo de trabajo es un conjunto de empleados que interactúan principalmente para compartir una información y tomar decisiones que ayuden a cada uno a desempeñarse dentro de sus áreas separadas de responsabilidad.

El grupo puede ser formal o informal. El formal es definido por la organización, entre un mando y uno o ciertos subordinados, o entre un conjunto de trabajadores que comparten por rango o estatus una misma responsabilidad. El informal, se constituye por motivos de amistad o interés de sus participantes.

Se establecen cuatro tipos de equipos de trabajo:
  • Equipos de solución de problemas, constituidos para investigar las causas de problemas, estudiar posibles soluciones y tomar acciones preventivas. Ejemplo: círculos de calidad, dirigidos a la detección, tratamiento y reingeniería de procesos de asuntos de calidad en la empresa. La constitución de comités de empresa o sindicatos dirigidos a tratar los problemas de carácter laboral relacionados entre el empleado y la empresa.
  • Equipos de trabajo auto-dirigidos, aquellos en los cuales sus integrantes asumen una carga de responsabilidad compartida, y en los que por su formación y especialización, prácticamente, no necesita una figura directiva para su control. Ejemplo: sector aeronáutico, en la que equipos compuestos por un personal altamente cualificado, como pueden ser ingenieros, se gestiona de manera autónoma, planteándose y resolviéndose los problemas en el propio seno del equipo.
  • Equipos multidisciplinares, compuestos por miembros de diferentes departamentos de la empresa que, con un objetivo común, intercambian información y desarrollan ideas bajo diferentes prismas.
  • Equipos virtuales, caracterizados por no coincidir físicamente en el espacio, pero sí estar unidos por una tecnología común compartida y aceptada por sus miembros. Ejemplo: videoconferencia. Hay que tener en cuenta factores como las diferencias culturales, educativas, intereses o metodológicas de trabajo que pueden provocar problemas de comunicación. El directivo debe promover un proceso de comunicación fluido, multidireccional y transparente.

El directivo debe tener presente la creación de equipos competitivos de trabajo, con las competencias necesarias y que permitan de una manera equilibrada, acometer los nuevos desafíos y entornos cambiantes a los que se enfrenta su empresa.

El directivo debe mantener un espíritu de trabajo compartido, donde sus miembros alberguen motivaciones individuales y colectivas en el logro de las metas.
Ejemplo: El presidente de un club de fútbol, puede establecer una meta ambiciosa como el ascenso de categoría. Si este mensaje no es compartido de manera correcta con personas como el secretario técnico, su entrenador o los propios jugadores, provocará un mal resultado al término de la temporada.
Por ejemplo, el Sevilla tiene como meta defender su título frente el Feyenoord en la Liga Europa.

Por otra parte, la interacción diaria de las personas, por motivos de percepciones, cultura o valores, puede inducir a que surjan todo tipo de problemas o condicionantes que afecten negativamente al rendimiento del grupo, y que se realicen unas medidas que ayuden a la resolución de problemas o conflictos.

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